de Dios, sabiendo que si estuvieran equivocados, serían ejecutados. Las palabras que estos profetas hablaron todavía son convincentes hoy, y sabemos que la mayoría de sus profecías han sido cumplidas. En el Nuevo Testamento, Jesús y todos los apóstoles hablan del Antiguo Testamento como las palabras de Dios. El Antiguo Testamento era la única Escritura que conocían, y ellos estudiaban y memorizaban el texto intensamente. Sabían qué persona escribió determinado libro; pero cuando citan de estos libros,
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